sábado, 6 de julio de 2013

(25) Dos facultades internas para el estudio integrado


Ha sido nuestra intención en algunas oportunidades, el dar lineamientos claros del esquema evolutivo universal. En los movimientos teosóficos y gnósticos, casi todo lo que se dio en relación al tema EVOLUCIÓN no excede lo relacionado al círculo del sistema solar. Esto es sabido por los estudiantes que han investigado. Sin embargo se han dado pautas exotéricas de un esquema universal de evolución a través de otras fuentes, que poco han sido integradas por los estudiantes de esoterismo, relacionando todos los conocimientos.
Lo exotérico y lo esotérico forman en realidad parte de una misma EXISTENCIA, son como “las 2 caras de una misma moneda”, por lo cual no debe ser desatendida ninguna de las “caras”. Este es otro de los errores que vemos evidente en muchos estudiantes. Mientras que unos se dedican a estudiar el lado oculto e “invisible” de la existencia (esoterismo), otros solo se ocupan de estudiar el mundo objetivo, de los “efectos” y de los cuerpos celestes, sin ir más allá. Entiéndase que ambos estudios deben reconciliarse y que ninguno puede permanecer sin su contraparte. Estudiando la realidad subjetiva, por lo menos a través de la gnosis metafísica transmitida por los antiguos sabios e instructores internos, es posible comprender los esquemas de la realidad objetiva. Pero también estudiando la realidad objetiva, externa, pueden ser deducidas comprensiones de los planos por ahora ocultos a los sentidos humanos.
Las facultades mentales, tales como el pensamiento analógico y la RAZÓN, deben ser aquí ‘el faro’ para que el hombre pueda integrar armónicamente ambos aspectos de la Existencia; y la naciente y, por ahora, infante facultad de la INTUICIÓN, puede ser también un faro que determine el grado de esencia verdadera de alguna hipótesis. Ambas facultades deben ser puestas en funcionamiento por el estudiante, en la medida de sus posibilidades; aunque la primera, la mental, es la que más estará al alcance de la mayoría de los investigadores. La segunda, la Intuición (el faro de buddhi) existe como energía latente en el ser humano, pero pocos son los que la han activado en forma certera y precisa. La inteligencia, por ejemplo, es una facultad de buddhi de donde proviene el ingenio (genio interno), y es superior al intelecto, que es mental.
Mientras que las facultades mentales servirán al estudiante para ordenar y esquematizar la complejidad del estudio; la facultad intuitiva, servirá en forma de auxilio corroborativo de alguna verdad, traduciéndose en una especial certeza interna a través del “sentir”. Se podrá ver entonces, cómo la mente y la intuición pueden servir al estudiante en sus procesos de comprensión y asimilación de los estudios.

La purificación de la personalidad, en sus planos astral y mental, es de vital importancia para todos los que anhelan encender el faro de buddhi, ya que la Intuición, que es el reconocimiento directo de la esencia o verdad intrínseca de algo sin necesidad del discurso mental, no podrá reflejarse en forma clara en una mente con demasiados trasfondos psicológicos…

Para que la Intuición (energía búdica en actividad) se refleje clara en la personalidad humana, las aguas del lago (la mente) deben estar sin ondas (pensamientos), es decir, tranquilas y espejeantes (en estado de sensibilidad y alerta); de lo contrario la luz de buddhi se perderá en la turbulencia de las aguas.

Este desarrollo es algo que la humanidad está lejos de lograr aún colectivamente, y entre los estudiantes solo un grupo menor lo vive, y aún con dificultad.
Recordamos que buddhi es el plano que representará el desafío de conquista para la siguiente raza de hombres; por lo tanto en la actualidad, solo un grupo humano adelantado, muy menor en número, lo está transitando y procesando. Los que lo estén logrando ahora serán, en los albores de la siguiente raza, los instructores que servirán de guía para el progreso. Esta, es una constante en la evolución. Aquellos adelantados a su época, que son poco comprendidos o hasta tomados por “raros” o por “locos” muchas veces, son los que en un ciclo posterior serán los guías de la nueva raza de hombres.
Es por ello que a través de estos escritos hemos estado dedicándonos a transmitir dos aspectos claros para el progreso de los actuales estudiantes, en lo referente a niveles de conquista interior:

1-      La conquista del nivel mental superior.
2-      La conquista del nivel intuitivo.

El 1°, la mente, es el principal en este momento, y es allí al cual deben atender la mayoría de los estudiantes. El 2°, buddhi, es solo para aquellos pocos que ya han superado con éxito el nivel mental, y que están entretejiendo un “nuevo cuerpo” de conciencia con elementos sutiles de su propia constitución interna: EL CUERPO DE LUZ o CUERPO SOLAR.

Ya este tema fue abordado en anteriores transmisiones con más detalle. Aquí lo estamos relacionando con la necesidad de abordar el estudio en una forma más amplia e integradora, donde las 2 facultades, la razón y la intuición, podrán acudir en auxilio del estudiante, según el nivel interno de cada cual.

Florecerán nuevas facultades con la evolución a medida que el hombre progrese en su desarrollo, siendo esas nuevas facultades la expresión naciente de la activación y vitalización de planos internos que estaban latentes y “dormidos”. Pero antes de que esto pueda llegar a ocurrir todavía el hombre debe conquistar y dominar su mente, y luego buddhi, con lo cual tiene mucho camino aún por recorrer, hasta que pueda llegar finalmente a conocer ‘algo más’ de las realidades ocultas, que por ahora seguirán siendo eso: realidades veladas a una humanidad poco “despierta”.

Respecto de lo que es el Esquema Evolutivo de Urantia, el hombre está apenas recién comenzando a despertar de un largo sueño material, y le quedará mucho camino por delante para ir descubriendo las realidades ocultas, proceso que no es ni más ni menos que: “AUTOCONOCIMIENTO”.

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