Pregúntense
si están en la vía correcta, el la que más necesita y conviene a vuestras
almas. Examinen el sendero transitado y observen vuestro sentir.
Esta es la primera pauta
que un peregrino debe observar para iniciar el Sendero interno, es decir, el
camino de la evolución y transformación responsable y consciente de la
conciencia.
Es
el Sol Búdico en el interior del peregrino el que alumbra el camino a seguir,
pero ocurre que las energías materiales más densas, de deseos y mandatos
psicológicos familiares, culturales, religiosos, etc. presentes en los
vehículos que conforman la personalidad humana, tienen sus propios objetivos y
propósitos, comúnmente opuestos a la Voluntad y Propósito Solar. Este asunto
debe ser considerado con detenimiento por el estudiante, con reflexión, porque
no es un tema de fácil dilucidación.
Las
energías de kama-manas (‘deseo’ y
mente inferior adherida) conforman una coyuntura de tendencias, hábitos, ideas
y emociones que en su estructura psicológica de “identificación” generan lo que
llamáis ‘ego’ o ‘yo’ inferior.
Este
yo inferior, personal o psicológico es básicamente “identificación” de la mente
con los objetos materiales y los objetos de deseos, y con emocionalidades e
ideas rígidas, no creativas, sino dogmas fijos que funcionan a manera de
mandatos internos (de orden inferior).
Esta
es (aunque es simple la explicación ofrecida) la base constitutiva del “yo”, de
lo que llamáis “persona”. La persona humana es como una “máscara” transitoria
del alma; también se podría ejemplificar diciendo que es “el actor” que
representa un papel momentáneo en la Gran Obra de la vida del alma.
A lo largo de su larga
travesía evolutiva, el alma desempeña muchos ‘papeles actorales’, siendo cada
uno una encarnación del alma en una nueva personalidad humana. Esta es la
travesía evolutiva del alma; un extenso recorrido en el cual el alma se obliga
a sí misma, por voluntad de la Mónada, a tomar una y otra vez vehículos
materiales en el mundo formal, es decir, “máscaras”, para representar un
determinado papel actoral con características particulares cada vez. Siempre
existe una correlación entre cada papel desempeñado por el alma en sus
encarnaciones sucesivas, ya que hay una hilación evolutiva dirigida por la
Mónada y por los Señores del Karma, que son quienes rigen y dirigen el destino
ascendente de todas las almas. Por lo tanto, el alma siempre está progresando
en comprensión, papel tras papel, máscara tras máscara, en una cadena
organizada de existencias, extrayendo la esencia de cada vida vivida en la
forma humana. Esas “esencias” que son extraídas de cada existencia material son
las que van llenando la “burbuja álmica” de un ingrediente sutil: SABIDURÍA.
El proceso finaliza cuando
la “burbuja álmica” ya se ha llenado por completo de Luz de Comprensión, y ya
se la puede ver brillando semejante a un Sol Dorado de Amor-Sabiduría. Cuando
esto sucede ya el alma no necesita más encarnar, es decir, no necesita ya
representar “papeles actorales” en la materia, porque ya ha descubierto su real
naturaleza, ya se reconoce a consciencia como el ‘Ser’ que ha estado oculto tras todas aquellas “máscaras”, una y
otra vez… Cuando el alma alcanza así la comprensión intuitiva del SÍ MISMO,
del SER, deja toda identificación con ‘las máscaras’, y se libera de las
tendencias, ilusiones y fantasías propias de las máscaras. Esto significa que
el alma ya ha aprendido a captar las esencias, y a no dejarse engañar por la
máscara de las apariencias y de las formas. (Esto incluye los espejismos de los
deseos y las ilusiones mentales de las ideas).
Alcanzar tal estado de
liberación es cierto grado de Sabiduría, es Buddhi activo como consciencia,
esto es: Cristo vivo en la esfera del
alma humana.
Si el alma encarna
nuevamente después de esta Iniciación, será por Ley de Sacrificio y Servicio, y
ya no por karma, movida por la necesidad de conquistar autoconsciencia.
Es por este motivo que al
inicio de esta transmisión se indicó el camino de la reflexión para la toma de
consciencia, porque el peregrino puede llegar a desaprovechar o a no aprovechar
al máximo posible la oportunidad de progreso de su alma en su actual
encarnación, si es que vive mecánicamente, irreflexivamente, sin preguntarse
nada, sin observarse, sin estar alerta y atento a su mundo interior. Este
“dormirse” ocurre cuando la mente se apega y aferra a los sentidos físicos y se
deja influenciar y manejar por los indómitos deseos pasionales de todo tipo.
Esas corrientes de energías astrales y mentales inferiores conforman, como se
explicó, el yo inferior, y en su hábito mecánico representa el estado de
conciencia al cual conocéis como “estar dormido”.
Estar ‘dormido’ es no
estar consciente, en estado de alerta, es vivir por puro hábito, sin
cuestionarse nada y sin considerar el “cambio interior” como posibilidad. Esto
es lo que produce los mayores males en el mundo. Por lo tanto “despertar” de
sueño de la conciencia sonambúlica es volverse consciente de la vida, de las
corrientes astrales y mentales y de sus influencias y efectos.
Esto implica
necesariamente el nacimiento del DISCERNIMIENTO, el cual conduce por el camino
consciente hacia la Unidad de la Vida.
Por eso dijimos al inicio:
“vuélvanse conscientes de vuestra vida, observen y vean el camino transitado”;
y ahora agregamos: ordénense nuevamente, viendo qué cosas debéis dejar atrás,
dejar ir, y qué elementos nuevos sentís que deben ocupar esos vacíos. Esto
significa aplicar la energía de la
determinación y la voluntad hacia fines claros, con la guía del Sol Búdico, que
es el amigo más fiel y la segura guía en cada alma. Esto es: “CAMINO
CONSCIENTE”.
Encuentre cada estudiante
las respuestas claras a sus profundos interrogantes, y cuando esas respuestas
no llegan enseguida, porque pueden hacerse esperar, tomad el camino del mayor
bien que vuestra conciencia señale, mientras las profundas incógnitas preparan
para su tiempo justo su revelación.
Todo tiene su tiempo en la
vida del alma. Interpretar esto es comprensión.
Encended la Antorcha
Interna de Buddhi con el don de la Fe y permaneced en Paz.
Todo llega!!, amados
estudiantes.
Lo que es verdadero siempre
llega al peregrino bien dispuesto y preparado, en su justo momento.
Emprended en Camino
entonces, aunque debáis iniciarlo con gastados instrumentos y cansados pies…
En amor:
Jardineros
Solares
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