EL LOTO
El Plan Divino de Evolución álmica-humana ha
sido “sembrar semillas” en los corazones de los hombres, contenedores en
esencia y latencia de todos los atributos solares de la Divinidad.
El Sol ha querido sembrar la Tierra con millones de
semillas luminosas y regarlas luego, edad tras edad, raza tras raza, generación
tras generación, con el propósito de recoger “los frutos” de esa siembra
estelar. Esos “frutos” son las cualidades álmicas adquiridas con la evolución:
Paz, Bondad, Compasión, Mansedumbre, Ecuanimidad, Sabiduría, Piedad,
Misericordia, etc.
La flor de loto es una fiel y
bella representación de la evolución álmica humana: El brote de la semilla, el
crecimiento del tallo, la consiguiente formación del capullo, y la apertura de
sus pétalos hasta abrirse la flor totalmente desplegando al fin todas sus
cualidades de belleza, colorido y fragancias.
La semilla de la flor del loto permanece en
terreno lodoso, y allí echa sus raíces para convertirse en flor.
El orden evolutivo humano es análogo a este
ejemplo, ya que el alma transita su evolución y echa sus raíces en ‘el lodo’ de
las debilidades humanas y miserias del mundo, teniendo que resurgir de ese
estadío a través del sacrificio, la voluntad correctamente encaminada y el
conocimiento, elevándose del lodo de su inferior naturaleza hasta los cielos
del corazón amoroso y la mente iluminada.
Encarnación tras encarnación el alma
humana transita el sendero del saber a través de la experiencia dolorosa.
Conoce el dolor del hambre, del frío, de la indiferencia, del abandono,
experimenta el encierro, la marginación, la soledad y la falta de amor.
Transita el sendero de una seguidilla de experiencias lentas y dolorosas, paso
a paso, vida tras vida, va de un polo al otro, y comienza entonces a
COMPRENDER…
Estas experiencias vitales van dejando
huellas que terminan por dar frutos de comprensión. El alma que en
encarnaciones diversas sufrió los embates de la soledad, de la pobreza, la
violencia, la incomprensión, el desamor…, se va volviendo naturalmente
compasiva, piadosa y sabia. Comienza a sentir el dolor ajeno como propio, pues
intuitivamente conoce las experiencias de dolor, ya las ha vivido…
Más tarde, cuando la flor ya va
desplegando más abiertamente sus pétalos, el alma se ilumina guiando al corazón
del hombre hacia obras caritativas, emprende acciones de servicio a la vida y
se vuelve un defensor de la Paz
y de lo Justo. Más tarde…, en el cenit
de su maduración y belleza, el ser se vuelve meditativo y la flor se convierte
en UN FARO DE LUZ, PAZ Y AMOR.
Los 12 pétalos se han desplegado; 3 pertenecen
al “CONOCIMIENTO”, 3 al “AMOR”, y 3 son de “SACRIFICIO”; los 3 pétalos internos
revelan la “VOLUNTAD” espiritual. Al abrirse entonces todos los pétalos del
loto, se revela “la perla interior”, la Sagrada Identidad
Divina del hombre en la
UNIDAD.
Tal es el recorrido itinerante del alma
humana en la
Escuela-Tierra .
Cientos de miles de “capullos” florecen hoy en el
Planeta, y los tiempos críticos en la Humanidad han sido y son el “lodo” que ha
permitido su floración. Comprender esto es ver la Luz en la aparente oscuridad.
PAZ EN LOS CORAZONES
No hay comentarios.:
Publicar un comentario