En anteriores transmisiones se ha
instruido sobre los propósitos y alcances cósmicos que tiene la vida en vuestro
planeta. Un punto de vista cósmico sobre los procesos evolutivos en Urantia y
en su Esquema de manifestación, Monmatia, es necesario. Esto es lo que, entre otras cosas, se pide a los estudiantes; que
conecten con ángulos de visión y comprensión cósmicos.
Ya es hora de proceder a la
integración entre lo que es el avance actual de vuestra ciencia, y los
conocimientos que poseéis a nivel esotérico para comprender la EVOLUCIÓN. Hasta
ahora no se había exigido esto a los estudiantes por que no era aún la hora de
tal apertura; y es ese el motivo por el cual casi todo lo que había sido
revelado en siglos anteriores fueron conocimientos referentes a la vida de
vuestro planeta y del sistema solar, con inclusión solo de algunas pautas muy
generales y abstractas de las verdades ocultas del universo. Esto ha ocurrido
de esa manera por que el hombre de épocas anteriores a la modernidad no estaba
preparado para entender y aceptar mayores y más específicos datos sobre la vida
y la evolución cósmica. Solo a tientas, en la penumbra de sus creencias míticas
y fábulas diversas sobre la Creación, ha permanecido la humanidad por cientos y
miles de años; mitos y leyendas alegóricas que aún hoy sostienen ciertos
pueblos que siguen como guía el legado de sus ancestros.
Si bien esos legados poseen en esencia
la verdad de la Creación, dejan hoy mucho que desear en cuanto a la exactitud
del conocimiento real. Así, lo que antes eran parábolas necesarias para hacer
llegar complejos conocimientos a mentes aún no preparadas, hoy en día se presenta como una traba o retraso para la
comprensión.
Si bien tales cuentos llenos de
simbolismo conservan una verdad como esencia, con la llegada e irrupción de la
ciencia en la humanidad moderna, deben dar paso a nuevas comprensiones y
silogismos.
Aquellos, los transmisores de los
mitos y leyendas generación tras generación, eran pueblos que conservaron el
legado de una gran civilización que existió antes del gran Diluvio; la
Atlántida. En este continente, perdido bajo las aguas del océano existió una
humanidad perteneciente a la gran Raza Atlante, la 4° Raza, en cuanto a
progreso evolutivo en Urantia. La humanidad de ese tiempo coexistió con seres
de otros mundos que trajeron su ciencia y saber. Durante su apogeo esta gran raza
de hombres produjo frutos evolutivos, pero su desgaste y aniquilación llegó por
la falta de consciencia y de capacidad en general para manejar las energías
astrales, y por la ambición desmedida.
Los sabios y avanzados de tal Raza,
antes del Diluvio, viajaron por los mares a otros continentes, llevando consigo
su ciencia y saber, y transmitieron sus conocimientos a su descendencia. Con el
paso de los milenios, esos conocimientos quedaron como forma de mitos y
leyendas, pero provienen de la vida real de una civilización ya extinta.
Remanentes de aquella gran
civilización viven hoy en Urantia junto a la actual nueva Raza, la Aria, que
está en continuo proceso de transformación.
De la Raza Atlante existe un legado
en la actual humanidad, como se explicó, pero no es el único legado. Existieron
otras civilizaciones, anteriores y paralelas en tiempo a la de la Atlántida, de
las cuales también hay legado; pero no nos explayaremos aquí sobre ese tópico. Solo
diremos que todos los legados se confunden entre las señales arqueológicas que
vuestra ciencia investiga.
Este breve repaso y reseña histórica
sobre la vida y la evolución de la humanidad, es para ofrecer una óptica clara
de que todos los procesos evolutivos en Urantia, en los cuales aparecen y
desaparecen razas al llegar a su apogeo, forman parte de un todo mayor, que es universal.
Urantia finalizará su proceso
evolutivo al dar luz y desarrollo a la 7° Raza raíz, y para que esto ocurra aún
mucho trabajo hay por delante.
El “Esquema Urantia” dentro e la
evolución de Monmatia, pasará por una iniciación menor en este ciclo, pero
deberá esperar su turno, durante en cual variados procesos deberá atravesar,
para llegar a su gran Iniciación, que influirá decisivamente dentro del Esquema
Universal de Evolución. (Sobre este tema ya hubo explicaciones en transmisiones
anteriores, y la que sigue es una más de ellas).
Comprender “lo pequeño” dentro de
“lo grande” es lo que se pide aquí.
Que cada estudiante haga su parte.
Instructor Solar.
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