“Mantengan el corazón
encendido
en el más puro amor por
toda la Creación”.
Este aspecto es de primordial importancia para
las almas en su proceso de elevación vibracional.
El Orden
Solar, o bien, ‘CRÍSTICO’ de conciencia, es la llegada al alma de un
ingrediente sutil espiritual llamado: “SENSIBILIDAD”.
La
sensibilidad no es emocionalidad ni ‘sensiblería’; no debe el estudiante confundir los términos porque
se trata de cosas muy diferentes y hasta opuestas.
La sensibilidad nacida
desde el ‘corazón búdico’
es un despertar
consciente a la “Unidad de Vida”.
No estamos hablando de un
despertar tan solo intelectual, es decir, ‘teórico’,
de la unidad, lo cual también sucede en el transcurso del Sendero hacia la espiritualidad,
sino de un despertar ‘sensitivo’. Hablamos de un refinamiento sutil en el
área del “SENTIR”.
Este
aspecto en el ser humano se conecta con diferentes niveles o esferas del Ser;
es decir que, el “sentir”, obedece a energías sincrónicamente relacionadas de
distintas ‘envolturas’ de la Mónada. La envoltura que más se relaciona al
‘sentir’ es la astral.
Recordamos
que tanto podemos hablar de “envoltura” como de “vehículo” o “cuerpo” al
referirnos a las distintas capas de energías que conforman el ser humano
completo.
El
“SER” mismo es la ‘Mónada’ o ‘Chispa Espiritual’, mientras que las “envolturas”
son las energías con las cuales “La Chispa Divina” se reviste, desde los planos
más sutiles (la envoltura Búdica) hasta los más densos en materialidad (el
cuerpo físico).
(Ya hemos señalado
conocimientos de esta índole en transmisiones pasadas, pero estas instrucciones
actuales consideran la llegada de “estudiantes nuevos” a estas páginas, y por
eso refrescar los conocimientos básicos se hace necesario, para que se entienda
el sentido de la Enseñanza).
La
envoltura astral posee niveles o gradaciones vibracionales.
Podríase
decir que son 7 los niveles vibratorios que conforman la “envoltura-vehículo
astral”. Los niveles de vibración más densos, es decir, los que vibran más
‘lento’ (los subplanos inferiores del astral), conforman lo que en vuestros
libros de esoterismo se llama “CUERPO DE DESEOS”. Esta es la región ‘baja’ y ‘media’
del astral y es la materia donde se reflejan las emociones humanas más comunes
y corrientes de la actual Humanidad, como los deseos materialistas, los afectos
personales, el fuerte sentido de apego y posesión, los celos, la envidia, el
egoísmo, el odio, la ira, el miedo, las pasiones, las tendencias al sensualismo, etc. Todas las
emociones y deseos de orden más material y físico sensorio están en el “cuerpo de deseos”. Podríase decir que
este es ‘el órgano interno del yo
inferior’ que, unido a la mente inferior, genera pensamientos de orden
inferior, constituyendo así el YO PERSONAL: “deseo + pensamiento”,
compenetrados simbióticamente.
Todo
lo que pueda llamarse “sentir” en esta área, la del yo inferior, no es el
“sentir” del que estamos hablando en esta enseñanza; y más aún, el sentir
proveniente del ‘cuerpo de deseos’
está condicionado por experiencias del pasado, es ‘mecánico’, debido a que el cuerpo de deseos es un reservorio de las
experiencias pasadas de gusto y disgusto, placer y dolor, por las que ha
atravesado el alma humana durante las sucesivas encarnaciones. Por lo tanto, el cuerpo
de deseos tiene energía propia, y es la “acumulación” o “residuo” de las
experiencias. Esto es lo que condiciona el “sentir” del hombre, porque para
el ser humano que no se conoce a sí mismo, y que por lo tanto no conoce su “cuerpo de deseos”, toda nueva vivencia
presente estará condicionada por el bagaje de energías que trae en ese
reservorio astral. Esto es lo que produce los miedos paralizantes (fobias), las
tristezas crónicas profundas (depresiones), el desaliento, la conducta iracunda
y la antipatía y odio que paralizan o disparan conductas antisociales y
exageradas con respecto al ‘hecho’, todo lo cual está fuera del AHORA,
desalineado con la Energía Presente de la Vida.
El
“cuerpo de deseos” es condicionante y
muchas veces paralizante y es por este motivo que debe ser abordado su estudio
y conocimiento, porque ese desdichado y
limitante estado vibracional debe, después de cumplir con su cometido en la
evolución, ser observado y trascendido.
Es
por esto que al principio de la transmisión se ha dicho:
“Mantengan el corazón encendido en el más
puro amor…”
Se expresó esto para que tengáis “una
llave” con la cual podáis abrir la puerta a la liberación de todas las trabas
internas. Esas trabas están dentro del mismo ser humano, y si el hombre
comienza a conocerse a sí mismo, conociendo las tendencias y hábitos astrales
llamados emociones y deseos; tan solo cuando “conoce”, “observa” y “se da
cuenta”, puede entonces encontrar “la llave” y las claves de ayuda que necesita
para trascender esos estados de mecanicidad.
El
cuerpo de deseos es un “elemental
astral”, es decir una entidad viviente del Reino elemental en el plano astral,
que ha construido el ‘cuerpo de deseos’
a partir de su propia esencia elemental con laboriosidad. Es por este motivo
que para trascender las astralidades densas y limitantes de la conciencia hay
que agradecer a ese ‘elemental’ por su labor y decirle internamente que ya su
tarea ha sido cumplida; y así, despedirlo con amor y gratitud; porque es
gracias a su labor que el ser humano ha podido conocer el mundo de deseos y
emociones bajas, aprendiendo valiosas lecciones de vida de todas las
experiencias en cada encarnación. Así que, el “elemental del deseo”, merece el respeto y la gratitud del hombre
que ya se está liberando de sus vibraciones densas. Esto es algo poco
comprendido por muchos ‘estudiantes’
que solo piensan en “destruir” al ego, en “dar muerte” a lo inferior… Tal
actitud es común en los peregrinos jóvenes, almas bien intencionadas, pero aún
sin la suficiente madurez.
La aceptación, el amor y la gratitud es el
sendero para quienes comprenden más y mejor el lugar de cada cosa en la
Evolución.
Cuando
‘algo’ en la evolución (vibraciones en forma de hábitos, costumbres, creencias,
tendencias, etc.) ya cumplió con su
cometido y ya no sirve más al hombre, debe ser despedido con amor y gratitud,
no con lucha y violencia, ya que esta última actitud volverá a fortalecer al
“Habitante del umbral”(1) y en lugar de liberarse,
estará el inexperto estudiante
esclavizándose nuevamente a la vibración que debe dejarlo.
Estas
son tan solo algunas pautas para el “Trabajo Interior”, para permitir el progreso
y evitar el retroceso o el estancamiento en el Sendero. Todo estudiante podrá elaborar sus propias
reflexiones a partir de estas simples enseñanzas.
El auténtico “sentir”, al cual nos
referimos al comienzo, es un impacto de Buddhi sobre los subplanos superiores
del astral en el ser humano; es decir, la transferencia de las ‘vibraciones
solares’ de la envoltura búdica a la región más sutil de la envoltura astral en
el hombre.
Cuando esto sucede, el hombre es
capaz de “sentir” auténticamente la Vida como UNIDAD, y así, un puro amor por
todos los seres nace. Podréis llamarle “afecto”, pero un afecto sin apegos, un
afecto compasivo y universal.
Pero la condición para que este refinado
“SENTIR” despierte es la limpieza astral de las vibraciones más groseras,
porque si este trabajo interno no se efectúa, las vibraciones groseras
‘taparán’ y ‘oscurecerán’ toda posibilidad de expresión de las sutiles
vibraciones solares de unidad y amor que puedan existir en el interior del
hombre.
Por
eso, el “trabajo interior” es doble: Por un lado conocer y trascender lo inferior,
y por el otro, meditar alineándose internamente con las esferas superiores; y
esto lo puede lograr el GÑANA, es decir, la reflexión y el trabajo filosófico
serio para penetrar en los conceptos verdaderos sobre la Vida.
Esto último abrirá una
brecha, por donde la Blanca Paloma Solar podrá descender. Este es el Espíritu Solar descendiendo al corazón
del Hombre, y es lo que podrá terminar de purificar lo que aún quede por
purificarse. El trabajo es pues, doble, y es el Sol en el Hombre el que lo
concluye.
“EL
SOL HACE NUEVAS TODAS LAS COSAS”
Colocad este mantra en vuestra mente y dejad ‘ser’ el resto…
Un
nuevo “sentir” surgirá…, como la fresca flor en el rocío de la mañana…
HERMANDAD
SOLAR
1-
Habitante del Umbral: Para entender este tema visita la transmisión N° 10 con el título
“Morador del Umbral” en este mismo
Blog, buscando en el archivo o en las ‘etiquetas’.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario